El Tribunal Supremo (o tribunal especial) tramita los asuntos de disciplina judicial de la misma manera que se tramitan otros casos en apelación. Su función es revisar lo ocurrido ante el Tribunal de Disciplina Judicial, como el desarrollo del juicio y otras cuestiones de derecho.
El Tribunal Supremo (o el tribunal especial) no puede considerar nuevas pruebas ni sustituir el juicio del Tribunal de Disciplina Judicial por el suyo propio.