Si el Tribunal encuentra «pruebas claras y convincentes» de mala conducta, puede imponer varios tipos de medidas disciplinarias, entre ellas:
- Reprimenda
- Suspensión por un período determinado, con o sin sueldo
- Separación definitiva del cargo
Los castigos más severos pueden conllevar también la pérdida de las prestaciones de jubilación.
Si se determina que un juez está incapacitado mental o físicamente, el Tribunal puede ordenar que se limiten sus actividades o que se retire del cargo.